
jueves, 13 de agosto de 2009
miércoles, 12 de agosto de 2009
Correrías Nocturnas 6
Súper Jacinta
Un gran consejo para el espurio: no te hagas bolas, si quieres acabar con el narco contrata a la indígena otomí Jacinta, ella solita se encarga de someter a todos los narcos del país, nomás ármala con una cacerola y verás. Estos son los antecedentes de la super indígena, ella solita, sin arma alguna, detuvo y secuestró a 6 (sí, seis) AFIS que traían armas hasta en los dientes, no tuvieron ningún chance con ella, y eso que ellos son entrenados hasta en el extranjero por Rambo y Arnoldo SánchezNeguer.
Por eso le digo al espurio, si de veras quieres arreglar las cosas contrátala a ella y verás como de paso se chinga todas las mafias: la rusa, la gringa, la cosa Nostra y el Vaticano. Así pasarías como el defensor de la humanidad por los siglos de los siglos. Y para que no te pise la sombra la Jacinta, la metes a la cárcel y le avientas 21 años de prisión acusándola por secuestro y posesión de plantas prohibidas (la temible flor de calabaza y los alucinógenos hongos de huitlacoche)
Las eleiciones
Después de la agitación provocada por las convulsiones políticas y mezcaleras (con todo y la ley seca), por fin llegó el fin. Recuerdo que para votar creí conveniente ir con una gran cruda, así que luego de la borrachera que nos endilgamos con los amigos, previo almacén de alcohol por aquello se que no se iba a poder vender chínguere; ustedes ya saben, para votar por los candidatos que teníamos sólo así podría decidirme. Y es que bien crudo el miedo ganaría a la razón y votaría por alguna de las míseras opciones que nos impusieron: voto nulo como una opción de hartura de la polítika, voto por el terror de la inseguridad o voto por algún dormilón que ya no quiere estar en el sofá de su casa porque lo regaña su señora y quiere una curul, pues sabe que aunque resulta una incomodidad la silla del congreso, bien se puede alcanzar un grado delta de sueño profundo e inconciente, con viaje astral y trance shamánico incluido, y si es mochito pues hasta en un éxtasis religioso puede convertir su gûevonería y soñar que está en una importante cruzada junto al profeta del empleo y sentirse un modelo a seguir por la defensa que hace del pueblo con su valiente dedo. Pero ganó la sinrazón, el pueblo eligió a su representante, se alejó de los viejos cacicazgos del momento, se alejó de la púrpura canónica y se acercó a los nuevos palafreneros de la mal llamada izquierda (que a últimas fechas más que socialistas son de la Socialité) que está desbocada en una eterna lucha interna de todos contra todos. Con estos izquierdozos caballeros, se revitalizará el ejercito que ha de continuar la lucha de “ideas” entre algo que podría ser semejante al enfrentamiento que sostienen eternamente doña Eme y Nopaltzin en cucucho municipio de que jijos me miran, tierra de los Agachados.
De organizaciones laborales
En estos días de vacaciones estuve presente en el mitin que organizó la ATEM afuera de palacio de gobierno (como dice el Melas, de pura casualidad pasaba por ahí), ha que risa me daban sus discursos -juar juar juar-, hablando de socialismo y atacando en los hechos al socialismo michoacano, hablando del avance de la derecha mientras defienden a los grupos derechistas que están enquistados en sus filas; hablando contra la educación de calidad pero sin dar una mínima muestra de querer iniciar algo que nos saque del atraso educativo en el que nos (¿metieron?) encontramos.
Hace años fui sindicalizado –nomás 20 años-, y tuve que renunciar porque ya estaba hasta la madre de no hacer nada, sólo mirando como se me iba la vida en un sindicato blanco que servía para maldita la cosa, salvo para que ciertos elementos enquistados en la estructura del famosísimo sindicato obtuvieran canonjías.
Mi mundo Kafkiano
¡El tiempo de las moscas es ahora! Escuché esa voz inaudible que brotaba de todas y ninguna parte. Sentí sus sucias patas caminar en mi rostro, en mis manos, las queresas subían por mis piernas, gusanos fríos, chupadores y al llegar al estómago ya tenían unas alas membranosas. Eran verdes, eran negras, con los ojos rojos o negros y todas apestosas, olían al cadáver de algún secuestrado y martirizado hijo de cualquier ciudadano que tuvo la osadía de trabajar para tener su casa propia y vehículo, y que aún cuando pagaron el rescate fue asesinado.
Desperté asustado, afortunadamente es un sueño, pensé, revisé mis manos y observé con estupor que mis miembros eran iguales a los de los insectos, tenía pelos en todo el cuerpo hasta en el… cuello; ¡pa su madre! Exclamé, estoy dentro del mundo mamila de Kafka. Analicé mis oportunidades futuras y tomé la decisión de llevar la vida de la mejor manera, sin traumas y sin oído para las burlas de los cuinos trompudos, de todas maneras ya estaba convertido en un apestoso moscardón. Yo no seré como Gregor Samsa, me dije, este caparazón que me cargo ahora será para hacerme más conchudo que una tortuga y no me voy a esconder de nadie. Como pude me levanté, porque todavía no podía manejar el montón de patas que salían de mis costillas y me dirigí a mi trabajo.
Podía oír los murmullos disimulados de las burlas de mis compañeros de trabajo, al ver como vomitaba mis ácidos sobre los alimentos para poderlos comer; no lo han de creer pero… se me antojaba también echarme al plato alguno de mis enemigos, tragármelo luego de unos tres días de muerto, era pues un mosca verde panteonera.
Volaba a gûevo, porque las alas membranosas apenas sostenían la panza cervecera que me cargo, pero desde mi insectívora perspectiva y visibilidad podía ver como la sociedad a la que pertenecí se caía a pedazos, pero ya no me importaba que el hombre fuera su cazador y peor verdugo, ya había dejado su mundanal compañía. Ahora yo era su cazador. No me importaba que entre el gobierno y el narco hubieran deshumanizado la sociedad, que a nombre de la ley se cometan monstruosidades como la de Jacinta.
Ahora sí, verán estos cabrones, conjeturaba, seré su peor enemigo, voy a poseer a todas las moscas del barrio para que mis gusanos hijos, que serán miles, se traguen su cerebro bastardo que nomás está ideando como robarle lo que tiene su vecino; que la lengua se la tragen junto con una jauría de perros, para que ya dejen de amenazar por teléfono a los ciudadanos. Chin, pensé, como mosca se piensa regacho.
Luego de un día cansado y disparatado me quedé a dormir en un cordel lleno de estiércol de no se que animal. Al despertar era otra vez yo mismo, había dejado de ser una asquerosa mosca, al recordar supe que regresaba a mi pusilánime forma de ser, que era el mismo cobarde de siempre, que igual que mis demás semejantes sigo a merced de secuestradores y asesinos, lleno de miedo, de ansiedad, pidiendo de forma egoísta que le toque mejor al vecino y no a mí; que ni siquiera como vecinos podemos unirnos para protegernos, ni modo que nos defendamos con resorteras o con el molinillo; sabemos que no hay nadie que nos pueda ayudar, ni la policía municipal, ni la estatal, ni la federal, porque tampoco hay quien los proteja a ellos de la narcocorrupción del gobierno de todos los niveles; lo más peor es que si el gobierno acaba con los que están ahorita dominando el estado, seguramente llegarán los otros que dicen son peores. Por eso sabemos que más pelada la tienen los narcos, porque no hay quien los proteja de los otros narcos que se quieren meter en el estado. ¡Que hermoso estado en el que vivimos!
En ese momento supe que era mejor ser una mosca o cualquier animal, pero no un ser humano, y sentí una gran vergüenza hasta con los perros callejeros que encontraba y se me quedaban viendo acusadoramente como diciendo: Eres la vergüenza de tu absurda naturaleza.
“¿Sin embargo, no soy culpable?, dijo K. Es un error. ¿Cómo puede ser siquiera culpable el ser humano? Todos somos aquí seres humanos, tanto unos como otros.
¿Eso es cierto, dijo el sacerdote, pero así suelen hablar los culpables? Franz Kafka, El proceso
Un gran consejo para el espurio: no te hagas bolas, si quieres acabar con el narco contrata a la indígena otomí Jacinta, ella solita se encarga de someter a todos los narcos del país, nomás ármala con una cacerola y verás. Estos son los antecedentes de la super indígena, ella solita, sin arma alguna, detuvo y secuestró a 6 (sí, seis) AFIS que traían armas hasta en los dientes, no tuvieron ningún chance con ella, y eso que ellos son entrenados hasta en el extranjero por Rambo y Arnoldo SánchezNeguer.
Por eso le digo al espurio, si de veras quieres arreglar las cosas contrátala a ella y verás como de paso se chinga todas las mafias: la rusa, la gringa, la cosa Nostra y el Vaticano. Así pasarías como el defensor de la humanidad por los siglos de los siglos. Y para que no te pise la sombra la Jacinta, la metes a la cárcel y le avientas 21 años de prisión acusándola por secuestro y posesión de plantas prohibidas (la temible flor de calabaza y los alucinógenos hongos de huitlacoche)
Las eleiciones
Después de la agitación provocada por las convulsiones políticas y mezcaleras (con todo y la ley seca), por fin llegó el fin. Recuerdo que para votar creí conveniente ir con una gran cruda, así que luego de la borrachera que nos endilgamos con los amigos, previo almacén de alcohol por aquello se que no se iba a poder vender chínguere; ustedes ya saben, para votar por los candidatos que teníamos sólo así podría decidirme. Y es que bien crudo el miedo ganaría a la razón y votaría por alguna de las míseras opciones que nos impusieron: voto nulo como una opción de hartura de la polítika, voto por el terror de la inseguridad o voto por algún dormilón que ya no quiere estar en el sofá de su casa porque lo regaña su señora y quiere una curul, pues sabe que aunque resulta una incomodidad la silla del congreso, bien se puede alcanzar un grado delta de sueño profundo e inconciente, con viaje astral y trance shamánico incluido, y si es mochito pues hasta en un éxtasis religioso puede convertir su gûevonería y soñar que está en una importante cruzada junto al profeta del empleo y sentirse un modelo a seguir por la defensa que hace del pueblo con su valiente dedo. Pero ganó la sinrazón, el pueblo eligió a su representante, se alejó de los viejos cacicazgos del momento, se alejó de la púrpura canónica y se acercó a los nuevos palafreneros de la mal llamada izquierda (que a últimas fechas más que socialistas son de la Socialité) que está desbocada en una eterna lucha interna de todos contra todos. Con estos izquierdozos caballeros, se revitalizará el ejercito que ha de continuar la lucha de “ideas” entre algo que podría ser semejante al enfrentamiento que sostienen eternamente doña Eme y Nopaltzin en cucucho municipio de que jijos me miran, tierra de los Agachados.
De organizaciones laborales
En estos días de vacaciones estuve presente en el mitin que organizó la ATEM afuera de palacio de gobierno (como dice el Melas, de pura casualidad pasaba por ahí), ha que risa me daban sus discursos -juar juar juar-, hablando de socialismo y atacando en los hechos al socialismo michoacano, hablando del avance de la derecha mientras defienden a los grupos derechistas que están enquistados en sus filas; hablando contra la educación de calidad pero sin dar una mínima muestra de querer iniciar algo que nos saque del atraso educativo en el que nos (¿metieron?) encontramos.
Hace años fui sindicalizado –nomás 20 años-, y tuve que renunciar porque ya estaba hasta la madre de no hacer nada, sólo mirando como se me iba la vida en un sindicato blanco que servía para maldita la cosa, salvo para que ciertos elementos enquistados en la estructura del famosísimo sindicato obtuvieran canonjías.
Mi mundo Kafkiano
¡El tiempo de las moscas es ahora! Escuché esa voz inaudible que brotaba de todas y ninguna parte. Sentí sus sucias patas caminar en mi rostro, en mis manos, las queresas subían por mis piernas, gusanos fríos, chupadores y al llegar al estómago ya tenían unas alas membranosas. Eran verdes, eran negras, con los ojos rojos o negros y todas apestosas, olían al cadáver de algún secuestrado y martirizado hijo de cualquier ciudadano que tuvo la osadía de trabajar para tener su casa propia y vehículo, y que aún cuando pagaron el rescate fue asesinado.
Desperté asustado, afortunadamente es un sueño, pensé, revisé mis manos y observé con estupor que mis miembros eran iguales a los de los insectos, tenía pelos en todo el cuerpo hasta en el… cuello; ¡pa su madre! Exclamé, estoy dentro del mundo mamila de Kafka. Analicé mis oportunidades futuras y tomé la decisión de llevar la vida de la mejor manera, sin traumas y sin oído para las burlas de los cuinos trompudos, de todas maneras ya estaba convertido en un apestoso moscardón. Yo no seré como Gregor Samsa, me dije, este caparazón que me cargo ahora será para hacerme más conchudo que una tortuga y no me voy a esconder de nadie. Como pude me levanté, porque todavía no podía manejar el montón de patas que salían de mis costillas y me dirigí a mi trabajo.
Podía oír los murmullos disimulados de las burlas de mis compañeros de trabajo, al ver como vomitaba mis ácidos sobre los alimentos para poderlos comer; no lo han de creer pero… se me antojaba también echarme al plato alguno de mis enemigos, tragármelo luego de unos tres días de muerto, era pues un mosca verde panteonera.
Volaba a gûevo, porque las alas membranosas apenas sostenían la panza cervecera que me cargo, pero desde mi insectívora perspectiva y visibilidad podía ver como la sociedad a la que pertenecí se caía a pedazos, pero ya no me importaba que el hombre fuera su cazador y peor verdugo, ya había dejado su mundanal compañía. Ahora yo era su cazador. No me importaba que entre el gobierno y el narco hubieran deshumanizado la sociedad, que a nombre de la ley se cometan monstruosidades como la de Jacinta.
Ahora sí, verán estos cabrones, conjeturaba, seré su peor enemigo, voy a poseer a todas las moscas del barrio para que mis gusanos hijos, que serán miles, se traguen su cerebro bastardo que nomás está ideando como robarle lo que tiene su vecino; que la lengua se la tragen junto con una jauría de perros, para que ya dejen de amenazar por teléfono a los ciudadanos. Chin, pensé, como mosca se piensa regacho.
Luego de un día cansado y disparatado me quedé a dormir en un cordel lleno de estiércol de no se que animal. Al despertar era otra vez yo mismo, había dejado de ser una asquerosa mosca, al recordar supe que regresaba a mi pusilánime forma de ser, que era el mismo cobarde de siempre, que igual que mis demás semejantes sigo a merced de secuestradores y asesinos, lleno de miedo, de ansiedad, pidiendo de forma egoísta que le toque mejor al vecino y no a mí; que ni siquiera como vecinos podemos unirnos para protegernos, ni modo que nos defendamos con resorteras o con el molinillo; sabemos que no hay nadie que nos pueda ayudar, ni la policía municipal, ni la estatal, ni la federal, porque tampoco hay quien los proteja a ellos de la narcocorrupción del gobierno de todos los niveles; lo más peor es que si el gobierno acaba con los que están ahorita dominando el estado, seguramente llegarán los otros que dicen son peores. Por eso sabemos que más pelada la tienen los narcos, porque no hay quien los proteja de los otros narcos que se quieren meter en el estado. ¡Que hermoso estado en el que vivimos!
En ese momento supe que era mejor ser una mosca o cualquier animal, pero no un ser humano, y sentí una gran vergüenza hasta con los perros callejeros que encontraba y se me quedaban viendo acusadoramente como diciendo: Eres la vergüenza de tu absurda naturaleza.
“¿Sin embargo, no soy culpable?, dijo K. Es un error. ¿Cómo puede ser siquiera culpable el ser humano? Todos somos aquí seres humanos, tanto unos como otros.
¿Eso es cierto, dijo el sacerdote, pero así suelen hablar los culpables? Franz Kafka, El proceso
jueves, 6 de agosto de 2009
La Alberca de Chupio
sábado, 1 de agosto de 2009
Esto es para ayudar al ego

Diario: La Jornada Michoacán
martes 21 de julio de 2009
Ofrece a niños y jóvenes otra forma de relacionarse con su entorno y tradiciones
Se consolida el Centro de Ecología y Artes El Huerto como impulsor cultural en Tacámbaro
CARLOS F. MARQUEZ
Fernando Botero es de los artistas plásticos favoritos de los niños en el Centro de Ecología y Artes El Huerto Foto: CARLOS F. MARQUEZ
El Centro de Ecología y Artes El Huerto avanza hacia su consolidación como un faro cultural en Tacámbaro que ofrece a niños y jóvenes otra forma de relacionarse con su entorno y tradiciones, y que con la inauguración de la biblioteca de arte y literatura el pasado fin de semana se perfila también como un espacio importante para la promoción del libro y el fomento a la lectura.
El grupo de Tacámbaro, Colibrí del lado izquierdo, aportaba la nota festiva al ejercicio de la lectura con sus sones tradicionales que también fueron una invitación a recrear el baile de tabla. Sus canciones son también una forma de recuperar la historia inmediata, pues sus letras son la crónica de los personajes del pueblo que de no ser por las canciones pasarían un tanto inadvertidos.
Para cerrar el evento se organizaron las “retas” de uarhukua, juego autóctono purépecha que forma parte de las actividades cotidianas de El Huerto y que ha logrado despertar la pasión de niños que junto a los adultos recuperan esta tradición lúdica cada tarde. Así están las cosas en El Huerto, donde la diversidad de especies vegetales crece al mismo ritmo que el interés de los habitantes de Tacámbaro por encontrar en este espacio nuevas formas de convivencia. si te interesa ver el artículo completo sigue esta dirección en la internet.
http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2009/07/21/index.php?section=cultura&article=017n1cul
la foto del diario de la voz de michoacán es la última página del suplemento REGIONAL que salió el jueves 23 de julio de 2009. Si te interesa verlo de cerca, dale un click a la foto o sigue este link de la internet, el artículo está al final del suplemento.
http://www.vozdemichoacan.com.mx/PDF/G230709.pdf
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http://macuala.blogspot.com/
"Tacámbaro es una de las regiones más bellas y fértiles de Michoacán por encontrarse a la entrada de la tierra caliente, en un pequeño valle formado, al norte, por las faldas de la sierra y al sur por las estribaciones de la gran cordillera que con el nombre de Sierra Madre corre paralela a las costas del Pacífico. Esta magnífica situación geográfica ha hecho que, desde tiempo inmemorial, se haya buscado como asiento de un gran núcleo de población, pues en Tacámbaro pueden disfrutarse de los tres climas. Ello también contribuye a la diversidad de producciones, en donde se hermanan, a distancia muy corta, las del clima frío con las del tropical". Romero Flores, Jesús. TACAMBARO EN ACCION Y EN SENTIMIENTO. México, D.F. 1939, p. 14 http://www.tacambaro.net/actualidad.htm
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